Mi hija Sofía había pasado por un momento muy difícil; decidió dejar los estudios porque se sentía completamente perdida y sin motivación. Estaba en un punto en el que no sabía qué quería hacer con su vida y eso le generaba mucha ansiedad. Al principio, dudé si trabajar con Eva María podría ayudarle ya que no sabía en qué consistía el trabajo de una coach. Mi hija había asistido ya a 2 psicólogos pero no conseguía salir del bucle y seguía encerrada en su habitación sin motivación.

Desde que Sofía comenzó las sesiones con Eva, dentro de un programa específico de mentalidad, motivación y objetivos, comencé a ver un cambio radical en ella. Ha descubierto una nueva forma de verse a sí misma, y poco a poco ha ido recuperando la confianza que había perdido. A través de las sesiones semanales fue encontrando claridad sobre sus intereses y pasiones. Ahora tiene objetivos claros y un plan para alcanzarlos, algo que parecía imposible hace unos meses. Lo más importante es que volvió a sentirse motivada y llena de vida.

No tengo palabras con Eva para expresar lo agradecida que estoy al ver a mi hija ilusionada de nuevo y dando pasos en su vida. Ahora está trabajando a media jornada y consigue así ingresos para poder avanzar en las metas que tiene trazadas.